Unas obras en el Parque Olivar del Zaudín, en el término municipal de Tomares (Sevilla), son las que han propiciado el hallazgo casual de 19 ánforas con 600 kilos de monedas romanas de bronce en su interior, que en un primer momento han sido fechadas en el siglo IV d.C. Según informó en un comunicado la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía."Una de las primeras hipótesis planteadas sitúa el conjunto como parte del pago de ejércitos o soldadas. Posiblemente, esta cantidad de monedas debió de estar bajo tutela de funcionarios de la administración pública de las estructuras municipales del Imperio romano en el Bajo Guadalquivir”
Son varias las hipótesis, pero la más probable es que sirvieron para pagar a la soldadesca, cosa que no llegó a suceder pues 17 siglos después nos han llegado intactas como si el tiempo se hubiera detenido para ellas, ahora hay que esperar a ver el dictamen de los estudios arqueológicos para saber el alcance de tal descubrimiento.
Las monedas de bronce fueron depositadas en ánforas en el siglo IV d.C. y según parece se ocultaron deliberadamente en un espacio subterráneo. Eran tiempos convulsos para el Imperio, tiempo de reformas, de cambios.
Son de bronce , la gran mayoría recién acuñadas y sin haber estado en circulación. En ellas aparece las efigies de emperadores como Maximiano y Constantino no descartando a Diocleciano. Según ha explicado a los medios Ana Navarro, la directora del Museo Arqueológico de Sevilla,
"constituye un documento único de primer orden del período tardorromano en la actual provincia de Sevilla" y semejante hallazgo de este período "no tiene paralelos hasta ahora en la historia de España"
Si retrocedemos la mirada hacia el Siglo III d.C nos encontramos con un Imperio Romano en plena decadencia, sumido en la oscuridad en el caos más absoluto, en la Crisis del Siglo III, la llamamos los historiadores. Sin embargo un general de origen humilde hace su aparición , Diocleciano un soldado que tomó el poder del Imperio con mano firme allá por el año 285 d.C. reformó el imperio para que pudiera sobrevivir casi dos siglos más en Occidente y mil años más en Oriente.
Los cuatro tetrarcas del Imperio que gobernaron con Diocleciano. |
A él se le debe la llamada tetrarquía , Diocleciano se percató que un solo emperador no era suficiente para controlar las necesidades del Imperio y lo dividió en dos, la península balcánica seria la línea divisoria. Cada parte del Imperio ( oriental y occidental) sería gobernada por un emperador con el titulo de augusto, que tendría un subordinado con el título de Cesar, que se encargaría de la seguridad de las fronteras.
Con Constantino las reformas de Diocleciano fueron mantenidas aunque modificadas en cierta forma, ya en el siglo IV. Dos hechos fundamentales ocurrieron bajo su mandato:
El año 313 d.C. Constantino declaró la libertad de cultos en todo el Imperio, y el Cristianismo, tantas veces perseguido, inició entonces el largo camino que le convertiría en la religión oficial de Roma.
Además, este emperador fundó la nueva ciudad de Constantinopla , a la que convirtió en capital imperial. De este modo, mil años después de su fundación, Roma quedaba reducida a una ciudad secundaria dentro del Imperio que ella misma había creado.