Tal día como hoy 19 de octubre ,de 1562 ocurrió uno de los desastres más grandes de la armada española , y que tuvo como consecuencia el naufragio en el que perecieron unas 5000 almas .
Quiero recordarlo aquí en A través de Clio, junto a Javier Noriega Hernández.
No hay hombre que aquello cuente/Que de lástima no llore/Y luego tras desta corre/La Capitana de Nápoles,no con gana/Sino harto con despecho/Que los lleva/para adentro y los anega/sin poder dalles remedio.
Poema de Fernando Moyano. Soldado de los tercios de Flandes Superviviente del naufragio. Por suerte iba en una de las tres galeras que se salvaron.
Hay que remontarse a unos pocos años antes del desafortunado naufragio de la Herradura para comprender su importancia. Para vislumbrar el obrar de Felipe II. ¿ por que lo mantuvo en secreto?
Está claro, Felipe II, el Rey prudente, así lo llaman, era consciente de la situación tras las noticias del naufragio. Su rostro debió de tornarse desvaído, incrédulo, afligido…
Casi la totalidad de la flota de guerra de la Monarquia Hispánica, acababa de ser destrozada. Pero no por sus enemigos los turcos o los franceses y muchos otros , sino por los temporales. Los mismos que azotaron casi tres décadas después a la Armada Invencible. Muchos de vosotros habréis escuchado esta frase atribuida a Felipe II, sobre la Armada Invencible;
“Yo envié mis naves a luchar contra los hombres, no contra las tempestades.”
Las tempestades aquí también jugaron una mala pasada a la flota de la Monarquía Hispánica. El temporal debió de ser terrible, pues hizo mella en poblaciones y comarcas tan distantes como la costa donde se encuentra La Herradura y el Marquesado del Zenete, una en el sur de la provincia de Granada y otra en el norte. Así le informaba el alguacil de la villa de Ferreira al conde Tendilla , capitán general del Reino de Granada.
” La tempestad de ayre e desventura o caso fortuito que hubo en este reyno de Granada en el mar y en la tierra en el mes de otubre próximo pasado de el año de mil y quinientos y sesenta y dos quando se perdieron las galeras y armada de España y es ansi que aunque en todas partes déste reyno la dicha tempestad o caso fortuyto fue gravisimo, mayor y señaladamente lo fue con el dicho marquesado del Cenete porque alliende de las casas y otros muchos arboles que derribo el ayre señaladamente derribo las dos tercias partes de todos los morales y castaños de el dicho marquesado”
“Convidó un hidalgo de mi pueblo, muy rico y principal, porque venía de los Álamos de Medina del Campo, que casó con doña Mencía de Quiñones, que fue hija de don Alonso de Marañón, caballero del hábito de Santiago, que se ahogó en la Herradura, por quien hubo aquella pendencia años ha en nuestro lugar, que, a lo que entiendo, mi señor don Quijote se halló en ella, de donde salió herido Tomasillo el Travieso, el hijo de Balbastro el herrero”.
Capítulo XXI del Quijote.Miguel de Cervantes Saavedra.
La flota de Juan de Mendoza al servicio del rey, Felipe II estaba destinada a limpiar las costas de corsarios y trasladarse donde fuera necesario del mare nostrum, para la defensa de los intereses de España en aquellos lugares tan distantes.En el Mediterráneo el principal enemigo de la Monarquía Hispánica era el Imperio Otomano, los turcos avanzaban de forma que iban tomando posiciones estratégicas en las costas mediterráneas, para así poder contralor el comercio marítimo de la zona y expandir su influencia.Por tanto el turco era un grave peligro para la hegemonía hispánica en el Mediterráneo.
Pialí había devastado en 1558 Menorca y junto con el corsario Dragut atacaba frecuentemente las costas del Levante Español.En años sucesivos vendría la invasión de Chipre, la conquista de Bugía, el sitio de Malta (1565) y el ultimátum a Venecia. Habiendo los turcos renovado su alianza con los piratas berberiscos del norte de África y pode r así hostigar y boicotear el comercio por el Mediterráneo occidental.
Así las cosas Felipe II ordena en julio de 1560 a Don Álvaro de Madrigal virrey de Cerdeña preparar Armada. Se daba orden para que en Barcelona se construyeran galeras que reemplazaran a las perdidas,tras Gelves , trayendo madera de Flandes y remos de Nápoles para tal fin.Construidas las galeras de guerra para la toma de Orán y Mazalquivir que eran las plazas estratégicas de los turcos, Juan de Mendoza se dirige con esta flota hacia Málaga , puerto de galeras.
La flota de Juan de Mendoza al servicio del rey, Felipe II estaba destinada a limpiar las costas de corsarios y trasladarse donde fuera necesario del mare nostrum, para la defensa de los intereses de España en aquellos lugares tan distantes.En el Mediterráneo el principal enemigo de la Monarquía Hispánica era el Imperio Otomano, los turcos avanzaban de forma que iban tomando posiciones estratégicas en las costas mediterráneas, para así poder contralor el comercio marítimo de la zona y expandir su influencia.Por tanto el turco era un grave peligro para la hegemonía hispánica en el Mediterráneo.
Pialí había devastado en 1558 Menorca y junto con el corsario Dragut atacaba frecuentemente las costas del Levante Español.En años sucesivos vendría la invasión de Chipre, la conquista de Bugía, el sitio de Malta (1565) y el ultimátum a Venecia. Habiendo los turcos renovado su alianza con los piratas berberiscos del norte de África y pode r así hostigar y boicotear el comercio por el Mediterráneo occidental.
El señor de Leiva repetía cada año su campaña contra la piratería. “Limpiar las islas”, atender a la costa de Valencia y el Mediterráneo Oriental, donde se hablaba de un conato de sublevación de los moriscos que iba a contar con el apoyo de una escuadra de Argel. Dos años antes del desafortunado naufragio en la Herradura ,se produjo la batalla de Gelves cerca de Túnez donde los turcos derrotaron a los cristianos, la cual perdió la mitad de sus galeras, la mayoría españolas. La preocupación por la inseguridad de las costas mediterráneas después de Gelves quedó ya reflejada en las cortes de Toledo:
“todo esto ha cesado, porque andan tan señores de la mar los dichos turcos y moros corsarios…”que no pasa navío de Levante a Poniente ni de Poniente a Levante que no caiga en sus manos; y son tan grandes las presas que han hecho de cristianos cautivos, haciendas y mercancías, que es sin comparación la riqueza que los dichos turcos y moros han habido”
Así las cosas Felipe II ordena en julio de 1560 a Don Álvaro de Madrigal virrey de Cerdeña preparar Armada. Se daba orden para que en Barcelona se construyeran galeras que reemplazaran a las perdidas,tras Gelves , trayendo madera de Flandes y remos de Nápoles para tal fin.Construidas las galeras de guerra para la toma de Orán y Mazalquivir que eran las plazas estratégicas de los turcos, Juan de Mendoza se dirige con esta flota hacia Málaga , puerto de galeras.
A la espera de un viento favorable de terral que los llevara rápidamente al norte de África. Pero la mar estaba revuelta. Corría el otoño de 1562 y Mendoza decide abandonar la base de Málaga con sus 28 galeras.No podía imaginar lo que les deparaba el destino. EL puerto estaba muy expuesto al oleaje que levanta el viento del Este, y dada la cantidad de naves puso rumbo a una bahía abierta para poder desplegar cómodamente tal agrupación de naves. Para tal fin, toma la decisión de dirigirse a la bahía de La Herradura, ensenada natural con los brazos de Cerro Gordo a poniente, y la Punta de la Mona a levante; muy conocida en la época como refugio por los navegantes y los corsarios de Argel y Tánger.
Nada más salir de Málaga una de las galeras, “Caballo de Nápoles”embistió a la Soberana de España, que tuvo que ser remolcada, empezaban los problemas, había que llegar a toda costa a la Herradura, donde creían que estarían a salvo de este poderoso viento que parecía salir de la boca del mismísimo diablo.
Fue una noche muy dura , una noche donde la chusma ´´delincuentes condenados a remar en galeras´´ sin descanso hasta llegar a la tan ansiada Herradura, tal había sido su esfuerzo que los galeotes pedían su salvamento , así lo dictaban las normas del momento.
Serían aproximadamente las diez del día siguiente, 19 de Octubre, cuando las naves comenzaron a situarse a levante de la bahía (punta de la Mona). En una hora se dispusieron las galeras desde dicha punta hacia tierra; en primer lugar, la Soberana seguida de la Mendoza y San Juan, a continuación todas las demás.
Parecía que el peligro había pasado, pero tan solo media hora de estar ancladas las galeras, el viento empiezo de nuevo: “al sureste con un poco de mar” , “… y la Capitana batio la tienda y començo a ir a levante y… a esta hora salto el viento a sudueste y sur sudueste y alli se afirmo y alço gran mar y soltaron las levas de dos fragatas que tenia a popa la Capitana y dieron en la playa a través…”.
El temporal con viento suroeste vino con tal fuerza que ni les dio tiempo a trasladarse al otro lado de la bahía, hacia cerro Gordo,habían partido de Málaga, buscando refugio del viento Levante, pero el viento cambio de sudoeste quedando las galeras desprotegidas, crecida la mar y abatidas las naves que moviendo de un lado para otro fueron arrojadas contra los riscos. Se intentó sujetarlas con doble hierro, habiendo esta maniobra provocado murmuración entre la tripulación ya que no se solía hacer en estos casos.
Mendoza mandó soltar los galeotes y dio voces a las demás galeras, que hicieran lo mismo. La galera Capitana de Nápoles levó anclas pero con tan mala fortuna que fue a dar en las rocas y arrastrada por el mar hasta la playa encalló. El timón de la galera Santangel saltó y fue arrastrada por las olas hasta la playa. La Patrona y Caballo de Nápoles dieron la vuelta sobre sí mismas, e inmediatamente todas las galeras comenzaron a chocar unas con otras, destrozándose o hundiéndose. Los supervivientes se tiraban al mar pero la resaca, maderos y toda clase de objetos flotantes acababan con sus vidas. La Bárbola chocó con un peñón, y el árbol quebró, fue arrastrada hasta la playa quedando depositada en ella sin daños considerables, todos sus tripulantes se salvaron. Mendoza fue golpeado y arrastrado al mar por el árbol de La Capitana de España, navío que mandaba, pereciendo ahogado. La Bárbara chocó con un peñón. La Brava, la Estrella Renegada y Esperanza se perdieron. Los niños también cayeron al agua corriendo la misma suerte que Don Juan, un soldado que intentó salvarlos también murió ahogado. En ella también iba Don Francisco de Mendoza hijo del Marqués de Mondéjar.La lucha por la supervivencia contra el mar enfurecido y el viento fue inútil llevándose consigo a veinticinco galeras y 5000 almas. Tres horas de tragedia bastaron para acabar con la escuadra española.
La Capitana de España fue embestida por las olas hasta atravesarse y hundirse entre las 12 y la una del día, salvándose cuatro o cinco personas de un total de más de cuatrocientas. A la una del día se acabaron de perder todas las galeras. Fue un desastre. De las veintiocho galeras, veinticinco habían quedado en el fondo del mar en La Herradura. Las tres galeras restantes, Mendoza, Soberana y San Juan, escaparon por la posición que ocupaban en la bahía, próxima a la Punta de la Mona, pudieron levar anclas y dar la vuelta, refugiándose entre dicha punta por la cara de poniente y el Peñón de las Caballas, lugar conocido por los Berengueles.
Unas 5000 almas perecieron. Los remeros, más acostumbrados al ejercicio físico y al no llevar impedimenta alguna, traje de campaña, armas, corazas, etc., salían a nado; llama la atención el número elevado de estos que consiguió salvarse: 1740. Esto significa que estaban cerca de la costa.
Cuentan las crónicas que durante muchos días el mar no dejó de arrojar cadáveres a las playas, siendo recogidos y enterrados por los vecinos de La Herradura y Almuñécar. Estos hechos se guardaron en la memoria colectiva, y dieron lugar a que Miguel de Cervantes, hiciera referencia a ellos en la segunda parte del Quijote publicada 53 años más tarde.
El naufragio de la flota tuvo bastante repercusión en los dominios de Felipe II, que convocó cortes en Madrid para buscar solución a la pérdida de las galeras a cargo de Don Juan de Mendoza, construir nuevas y defender las fronteras y costas de África, ya que la coyuntura era favorable a los turcos por las bajas que el temporal ocasionó en la Herradura, estando el monarca español muy preocupado por la situación del Mediterráneo, así se desprende de la proposición leída el 25 de febrero de 1563 “que habiendo sucedido la pérdida de los Gelbes y quedando las fuerzas del mar enflaquecidas y los infieles con soberbia e insolencia se habían hecho grandes costos y había que contenerlos …mucho más necesario y forzoso después de caso sucedido en la Herradura”, así como de la amplia correspondencia del monarca con los Virreyes de Sicilia, Cerdeña y Nápoles.
Todo un museo arqueológico subacuático por descubrir como nos lo cuenta Javier Noriega Hernández de la empresa Nerea arqueologia.
http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2015/04/26/museo-sumergido-felipe-ii/761422.html
Todo un museo arqueológico subacuático por descubrir como nos lo cuenta Javier Noriega Hernández de la empresa Nerea arqueologia.
http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2015/04/26/museo-sumergido-felipe-ii/761422.html
En este enlace http://www.tiempo.com/ram/31061/meteorologia-en-el-naufragio-de-la-flota-espanola-de-galeras-en-la-herradura-almunecar-en-1562/ José María Sánchez-Laulhé y María del Carmen Sánchez de Cos, nos muestran un estudio de como fue el temporal que azotó al reino de Granada en aquellos días , y que desafortunadamente la mar engulló a las 25 galeras de la flota de Juan de Mendoza destinada a limpiar las costas de piratas.
El relato y la posición de la borrasca
El ciclón habría pasado desde el Atlántico al Mediterráneo por el Estrecho de Gibraltar, causando el viento de levante en Málaga de los días 17 y 18, y luego se habría adentrado al interior de la Península. En la FIG. 5 se muestra unos mapas de presión esquemáticos con las posiciones del ciclón propuesto causante del naufragio adaptadas a los distintos episodios señalados en el relato.
El ciclón habría pasado desde el Atlántico al Mediterráneo por el Estrecho de Gibraltar, causando el viento de levante en Málaga de los días 17 y 18, y luego se habría adentrado al interior de la Península. En la FIG. 5 se muestra unos mapas de presión esquemáticos con las posiciones del ciclón propuesto causante del naufragio adaptadas a los distintos episodios señalados en el relato.
Mapas de presión a nivel del mar y el viento en las distintas partes del relato |
Posiciones de la Flota respecto al ciclón en las cinco etapas a-e comentadas en el texto, que corresponden a las presentadas en la FIG 5.
Bibliografia.
-Calero Palacios María del Carmen, 1990: “Aportación documental en torno al naufragio de la Armada Española en La Herradura (Almuñécar)”. Ayuntamiento de Almuñecar.
-La Armada española desde la unión de los Reinos de Castilla y Aragón . Cesáreo Fernández Duro."Naufragio en la Herradura .Capitulo tercero tomo II .
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