Noticia de ARQUEOLOGÍA, fuente: El Mundo.es.
Descubren un tesoro de la civilización escita en el sur de Rusia
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Arqueólogos de la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano desentierran un conjunto de objetos bañados en oro pertenecientes a este pueblo euroasiático de guerreros nómadas
Artefacto de oro sólido hallado en un túmulo escita en el sur de la actual Rusia
Andrei Belinsyk
National Geographic
Un equipo de investigadores de la Fundación del Patrimonio
Cultural Prusiano de Berlín ha hallado un pequeño tesoro vinculado al
misterioso pueblo de los escitas: un grupo nómada de temibles jinetes
"de ojos azules y cabello color de fuego" que gobernó las vastas
praderas de Eurasia durante varios siglos.
Esa es la definición que aparece en los escritos del
historiador griego Heródoto, quien tras estudiar a esta particular
civilización durante años aseguraba que su dominio en Mesopotamia se
prolongó durante casi tres décadas, hasta que fueron expulsados por los
medos. Una derrota que, según el catedrático de Historia Antigua en la
Universidad Carlos III de Madrid Jaime Alvar, hizo que la mayoría de los
escitas se replegaran a la región meridional de la actual Rusia, donde
alrededor del siglo VIII a.C. fundaron el reino de Escitia.
Igor Kozhevnikov
Sin embargo, fue a finales del siglo VI a.C. cuando los
griegos tuvieron noticias de este misterioso pueblo que había creado un
poderoso Estado al norte del Mar Negro. Una poderosa monarquía que tuvo
un papel histórico relevante hasta su declive y desaparición alrededor
del siglo II a.C. Esta civilización se caracterizó por crear grandes
montículos de arena y tierra de gran tamaño que se levantaban
artificialmente sobre tumbas, conocidas como kurganes.
Precisamente en uno de estos túmulos es donde los investigadores han
localizado estos objetos escitas bañados en oro: dos vasos con forma de
cubo, tres tazas, un anillo, un brazalete y dos collares.
Un hallazgo que ha sido totalmente fortuito, ya que fueron
los operarios de un proyecto eléctrico que se estaba realizando en la
zona del Caúcaso del sur de Rusia los que, al chocar con algo que
entorpecía su construcción, alertaron a los arqueólogos para que
inspeccionaran el terreno. De este modo, el equipo liderado por Anton
Gass se sorprendió al descubrir una cámara forrada de piedra en cuyo
interior se albergaban los objetos mencionados anteriormente, y no solo
la arcilla, suciedad y arena con la que esperaban encontrarse en un
principio.
A. Belinski
El descubrimiento sale ahora a la luz, pero forma parte de
una investigación iniciada hace dos veranos, cuando arqueólogos rusos
comenzaron a excavar el kurgan para despejar el camino al
proyecto de la línea eléctrica. Entre los objetos encontrados destacan
los vasos. Sus superficies tienen grabadas distintas inscripciones y
escenas, entre las que destaca la representación de un hombre asesinando
a un guerrero más joven postrado ante él y otra de unos grifos
devorando a un ciervo. Dentro de los vasos se ha encontrado un residuo
pegajoso que, según los investigadores, pudieron ser utilizados por los
escitas para elaborar cerveza y beber algún tipo de brebaje elaborado
con opio.
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